Uruguay: la demanda de una ley de talles
- modemoda
- 13 feb 2020
- 2 Min. de lectura
Para cualquier persona que tiene sobrepreso, ir a comprar ropa se transforma en un calvario y una lucha contra el autoestima.

En Uruguay, no hay una ley que regule el tamaño de los talles, a pesar de haber siete de cada diez personas con sobrepeso. Gran parte de los consumidores tienen dificultades para encontrar opciones que se adecúen a sus cuerpos.
La modelo curvy, Valeria Bonet, contó que su problema de sobrepeso nunca le impidió tener una vida feliz, llena de actividades y amistades, sin embargo, todo se desmoronaba en el momento de ir a comprar ropa.
Más de diez años atrás, el diputado Carlos Enciso, presentó un proyecto de ley que buscaba regular el tamaño de la indumentaria que se comercializa en el país. A pesar de haber tenido media sanción, el mismo nunca fue aprobado. Según se cree fue la propia industria la que presionó para que esto no sucediera, por no tener capacidad para cumplir lo que se establecía.
En la mayoría de los locales, a la ropa de talles más grandes la catalogan como "Plus Size", y es exhibida en un sector aparte de las tiendas. Esto es altamente discriminador. La cantante Victoria Ripa, quien milita fuertemente contra los estereotipos de belleza criticó esta situación planteando que esos lugares terminan parenciendo "el rincón del acusado", generando en las personas que sufren sobrepeso vergüenza de su propio cuerpo.
El 8 de marzo del año pasado se lanzó una campaña para impulsar el proyecto de “ley de talles”. El objetivo era generar en la ciudadanía un poco más de concientización sobre la situación. La movida logró reunir más de 2.000 firmas en la plataforma Change.org, pero las elecciones nacionales hicieron que las prioridades “estén en otro lado” y la iniciativa quedó trunca.
A diferencia de lo que ocurre en Argentina, en Uruguay no existe aún ningún colectivo organizado que milite por la causa. Por ahora, los avance dependerán de la voluntad individual de algunas tiendas de ropa que busquen acercarse al tamaño “real” de los uruguayos y las uruguayas.
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